Bipolaridad

El trastorno bipolar es un trastorno mental crónico o episódico (lo que significa que ocurre ocasionalmente y en intervalos irregulares) que causa cambios dramáticos en el estado de ánimo, la energía y la capacidad de pensar con claridad. Las personas con trastorno bipolar tienen estados de ánimo altos y bajos que difieren de los altibajos típicos que la mayoría de las personas experimentan.

El trastorno bipolar afecta cómo te sientes y tu estado de ánimo puede cambiar masivamente. Los síntomas del trastorno bipolar pueden resultar en relaciones dañadas, trabajo deficiente o rendimiento escolar, e incluso suicidio. Pero el trastorno bipolar puede tratarse y las personas con este trastorno pueden llevar una vida plena y productiva.
 
Las personas con trastorno bipolar experimentan estados emocionales inusualmente intensos que ocurren en distintos periodos llamados "episodios del estado de ánimo". Cada episodio del estado de ánimo representa un cambio drástico con respecto al estado de ánimo y el comportamiento habituales de una persona. Puedes experimentar episodios de:

• Manía y 
• Depresión

 Un estado excesivamente alegre o sobreexcitado se llama episodio maníaco y un estado extremadamente triste o desesperado se denomina episodio depresivo. Las personas con trastorno bipolar también pueden ser explosivas e irritables durante un episodio del estado de ánimo. Los cambios extremos en la energía, la actividad, el sueño y el comportamiento acompañan estos cambios en el estado de ánimo.
 
 💭  ¿Qué aspecto tienen los episodios de manía?
 

• Sentimientos de euforia, irritabilidad o enojo
• Conducta impulsiva y de alto riesgo
• Comportamiento agresivo
• Aumento de energía y habla rápida
• Ideas fugaces, a menudo grandiosas
• Disminución del sueño
• Disminución del apetito
• Dificultad para concentrarse
• Pensamientos desorganizados
• Delirios y alucinaciones (en casos severos)

 🔍  ¿Qué aspecto tienen los episodios de depresión?

• Sentimientos de desesperanza y tristeza
• Incapacidad para dormir o dormir demasiado
• Pérdida de interés en actividades anteriormente agradables
• Pérdida de energía
• Cambios en el apetito y el peso
• Sentimientos de inutilidad y culpa inapropiada
• Incapacidad para concentrarse o tomar una decisión
• Pensamientos de muerte y suicidio