Terrores nocturnos
Un terror nocturno es una interrupción del sueño que parece similar a una pesadilla, pero es mucho más dramático. Aunque los terrores nocturnos pueden ser alarmantes para los padres que los presencian, no suelen ser motivo de preocupación o un signo de un problema médico más profundo.
Los terrores nocturnos no son lo mismo que las pesadillas. Quien tiene una pesadilla se despierta y puede llegar a recordar algunos detalles; en cambio, quien sufre un episodio de terror nocturno sigue durmiendo.
Por la mañana, los niños no suelen recordar nada de sus terrores nocturnos. Los adultos, en cambio, pueden llegar a recordar un fragmento del sueño que tuvieron durante el episodio.
Los terrores nocturnos son comunes en niños de entre 3 y 8 años. Un niño que experimenta terrores nocturnos puede gritar, agitarse en pánico extremo e incluso puede saltar de la cama. Sus ojos estarán abiertos, pero no están completamente despiertos.
Los episodios usualmente ocurren en la parte temprana de la noche, continúan por varios minutos (hasta 15 minutos) y algunas veces ocurren más de una vez durante la noche.
🚨 Signos y síntomas de los terrores nocturnos
Durante un terror nocturno, un niño podría:
- Sentarse derecho en la cama de repente
- Gritar de angustia
- Tener una respiración más rápida y un latido más rápido
- Estar sudando
- Sacudirse violentamente
- Actuar molesto y asustado
Nota Importante
La información descrita en esta página es una descripción general de este tema y sus síntomas, sin embargo, su manifestación real es distinta para cada persona. Si consideras que tú o alguien que conoces posee alguna o varias características mencionadas, te recomendamos siempre acudir y consultar con un profesional de la salud mental.
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