Agresividad
La agresividad es una conducta dirigida a dañar a otros física o psicológicamente. Se puede distinguir de la ira en que la ira está orientada a superar el objetivo, pero no necesariamente a través del daño o la destrucción.
El término agresión se refiere a una variedad de comportamientos que pueden provocar daños físicos y psicológicos a usted mismo, a otros u objetos en el entorno. Este tipo de comportamiento se centra en dañar a otra persona, ya sea física o mentalmente. Puede ser un signo de un trastorno de salud mental subyacente, un trastorno por uso de sustancias o un trastorno médico.
Los expertos utilizan el término violencia para referirse a la agresión que tiene un daño físico extremo, como lesiones o muerte, como su objetivo. Así, la violencia es un subconjunto de la agresión. Todos los actos violentos son agresivos, pero solo los actos destinados a causar daños físicos extremos, como el asesinato, el asalto, la violación y el robo, son violentos. Dar una bofetada a alguien realmente fuerte en la cara puede ser violento, pero llamar apodos a las personas solo sería agresivo.
Identificamos dos tipos fundamentales de agresión, que son causados por procesos psicológicos muy diferentes:
➡️ Agresión emocional o impulsiva
Este tipo de agresión se produce con solo una pequeña cantidad de previsión o intención y que está determinada principalmente por las emociones impulsivas. La agresión emocional es el resultado de las emociones negativas extremas que experimentamos en el momento en que nos agredemos y no tiene la intención de crear ningún resultado positivo.
➡️ Agresión instrumental o cognitiva
Por otro lado, la agresión instrumental es una agresión intencional y planificada. La agresión instrumental es más cognitiva que afectiva y puede ser completamente fría y calculadora. La agresión instrumental está dirigida a lastimar a alguien para ganar algo: atención, recompensa monetaria o poder político, por ejemplo.
Aunque a menudo pensamos que la agresión es puramente física, como golpear o empujar, la agresión psicológica también puede ser muy perjudicial. Intimidar o reprender verbalmente a otra persona, por ejemplo, son ejemplos de agresión verbal, mental y emocional.
Nota Importante
La información descrita en esta página es una descripción general de este tema y sus síntomas, sin embargo, su manifestación real es distinta para cada persona. Si consideras que tú o alguien que conoces posee alguna o varias características mencionadas, te recomendamos siempre acudir y consultar con un profesional de la salud mental.
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